Acerca del Coronavirus (COVID-19)

Esta es una enfermedad infecciosa causada por un síndrome respiratorio agudo severo llamado Coronavirus 2 (SARS-CoV-2). La enfermedad se identificó por primera vez en 2019 en Wuhan, China Central, y desde entonces se ha propagado a nivel mundial, lo que ha resultado en la pandemia del Coronavirus (o del COVID-19).

El virus se transmite de una persona infectada a otra a través de gotas de saliva expulsadas al toser y estornudar, al tocar o estrechar la mano, o al tocar un objeto o superficie contaminada con el virus e ingresa al cuerpo a través de los ojos, la boca o la nariz.

Síntomas Principales del ‘CORONAVIRUS’

El CORONAVIRUS causa síntomas similares a la gripe. La fiebre es el síntoma más común, que ocurre en casi todos los casos, mientras que la tos seca es el siguiente síntoma más común. Gran parte de los casos clínicos también apuntan a otros síntomas, tales como : Dificultad para respirar, fatiga, sobre-producción de flema, dolor de garganta y dolor de cabeza. A diferencia de otros coronavirus que causan el resfriado común, el COVID-19 casi nunca se asocia con una nariz tupida (esto se ve en solo una minoría de los casos). La diarrea también es poco común.

Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Busque atención médica si presenta alguno de ellos, o algunos de los más graves, como dificultad para respirar.

El CORONAVIRUS puede infectar a personas de todas las edades, sin embargo, las personas mayores y las que padecen algunas enfermedades como el asma, la diabetes o las cardiopatías tienen más probabilidades de enfermarse gravemente cuando adquieren la infección. Las probabilidades de que la enfermedad pueda ser grave dependen de dos cosas: la cepa viral y la cantidad de partículas virales que se inhalan (cuantas más partículas virales se inhalan, mayor es la probabilidad de enfermarse gravemente y hasta de llevar a la muerte).

CONSEJOS IMPORTANTES DE SALUD PEVENTIVA A SEGUIR CON RESPECTO AL ‘CORONAVIRUS’

Para prevenir la infección y retrasar la transmisión del CORONAVIRUS, haga lo siguiente:

  • Lávese las manos regularmente con agua y jabón, o límpielas con un desinfectante para manos a base de alcohol. Evite tocarse la cara.
  • Mantenga ‘al menos seis pies de distancia’ entre usted y las personas que tosen o estornudan. Además, quédese en casa si no se siente bien.
  • Cúbrase la boca y la nariz al toser o estornudar. Además, trate de no hablar directamente demasiado cerca con sus amigos (incluso cuando usted y ellos estén usando máscaras faciales), ya que muchas gotitas respiratorias (“respiratory droplets”) penetran hacia afuera del protector de la máscara y algunas de estas partículas portadoras de la enfermedad pueden viajar más de 1.2 metros (4 pies).
  • Si usa mascarilla facial ¿qué tipo de recubrimiento ofrece la mejor protección? … Investigadores de Florida Atlantic University han experimentado con diferentes materiales y estilos de máscaras no-médicas y descubrieron que una máscara cosida bien ajustada hecha de dos capas de tela acolchada era la más efectiva para detener la propagación de gotas de saliva provenientes de tos o estornudos o de aquellas gotitas que quedan suspendidas en el aire.Este es el momento de abstenerse definitivamente de fumar y otras actividades que debilitan los pulmones.
  • Practique el distanciamiento físico evitando viajes innecesarios y alejándose de grandes grupos de personas.
  • Adicionalmente, conozca sobre ‘Hipoxia Silenciosa’. Según la médico internista Dra. Neha Pathak, médicos en las salas de emergencias notan un hallazgo muy preocupante en pacientes con CORONAVIRUS : muchos tienen niveles peligrosamente bajos de oxígeno, pero parecen completamente cómodos. Esto se llama ‘Hipoxia Silenciosa’ y está haciendo que algunos médicos reconsideren cómo manejar a los pacientes con CORONAVIRUS antes de que necesiten atención de emergencia. Por lo tanto, algunos médicos recomiendan que las personas controlen sus niveles de oxígeno en el hogar con un ‘oxímetro de pulso’, que es un pequeño dispositivo que se sujeta al dedo y mide el oxígeno en la sangre. Después de colocar el “clip” en su dedo, obtiene una lectura del ritmo cardíaco y del nivel de oxígeno en la sangre (lo que realmente está obteniendo es un porcentaje de la saturación de oxígeno en la sangre). Un nivel de oxígeno normal es de alrededor del 97%, a menos que tenga otros problemas de salud subyacentes como la Enfermedad Pulmonar Crónico-Obstructiva (“COPD” en Inglés). Los médicos comienzan a preocuparse cuando este nivel cae por debajo del 92% porque esto puede afectar la cantidad de oxígeno que llega a su cerebro y otros órganos vitales. Las personas pueden experimentar confusión y letargo a niveles bajos. Los niveles inferiores al 80% se consideran peligrosos y aumentan el riesgo de daño a los órganos.

Apoyo Nutricional Preventivo Para Contrarrestar El Contagio del “CORONAVIRUS’

Para asistirnos a prevenir el posible contagio con el CORONAVIRUS, debemos fortalecer la función de nuestro sistema inmunológico buscando y alcanzando su balance (su equilibrio) – que en gran parte depende en el hecho de que fomentemos la salud de nuestro tracto gastrointestinal (“gut”). Para lograrlo, podemos encontrar ayuda preventiva en la excelente composición de especificos ingredientes naturales que encontramos en varias de la formulaciones de ‘Nutrición Funcional’ de BioNutrix Wellness™.

También deseamos compartir con usted la información importante que sigue a continuación, con el propósito de guiarlo a perseguir y lograr una función balanceada (equilibrada) del sistema inmunológico, que estamos convencidos es clave para mejorar nuestra salud y también para protegernos, en manera preventiva, de caer enfermos.

Balancearemos con Efectividad La Función de Nuestro Sistema Inmunológico … Sanando Nuestro Tracto Gastrointestinal(“Gut”)

Cuando hablamos de SALUD, podríamos compararla con una casa. En ambos casos, al construirlas, una base sólida (una fundación sólida) es clave para su supervivencia, ya que soportará el peso de toda la estructura, de lo contrario, eventualmente se derrumbará y perecerá.

Con respecto a NUESTRA SALUD, la función equilibrada de nuestro sistema inmunológico es su base sólida y definitivamente esencial para nuestra supervivencia y para mejorar nuestra calidad de vida.

Sin una función equilibrada del sistema inmunológico, nuestros cuerpos estarían expuestos al ataque de bacterias, virus, hongos, parásitos y más. Tanto la función del sistema inmunológico hiperactivo como el hipoactivo (deprimido) nos colocan en una posición de salud en peligro cuando se trata de luchar y contrarrestar una enfermedad.

Es nuestro sistema inmunológico en buen balance (equilibrado) lo que nos mantiene saludables a medida que nos desplazamos a través de un mar de enemigos patógenos, que si no se controlan, pueden llevarnos a infecciones, a enfermedades e incluso al cáncer.

Esta vasta red de células y tejidos que forman nuestro sistema inmunológico está constantemente en busca de invasores, y una vez que se identifica a un enemigo, se monta un ataque complejo.

Si el sistema inmunológico se encuentra con un patógeno, por ejemplo, una bacteria, un virus, un hongo o un parásito, monta una llamada ‘respuesta inmunológica’’.

Pero para responder de manera efectiva con esta respuesta cuando nos enfrentamos a estos patógenos que podrían enfermarnos, debemos aprender a optimizar la función de nuestro sistema inmunológico en la forma más importante y eficiente … equilibrándola.

Tomándolo como tarea principal, lo lograremos, cuidando la salud y el bienestar general de NUESTRO “GUT”, o sea de NUESTRO TRACTO GASTROINTESTINAL , que es ese tubo largo que comienza en la boca – sigue en la garganta (faringe), el esófago, el estómago, el intestino delgado, el colon o intestino grueso, el recto – y termina en el pasaje posterior (el ano). Hay varios órganos accesorios que ayudan al Tracto (“Gut”) mediante la secreción de enzimas para ayudar a descomponer los alimentos en sus nutrientes componentes. Por lo tanto, las glándulas salivales, el hígado, el páncreas y la vesícula biliar tienen funciones importantes en el sistema digestivo. La comida es impulsada a lo largo del Tracto (“Gut”) por movimientos peristálticos de las paredes musculares.Es en este sistema de nuestro cuerpo donde residen del 70% al 80% de las células que componen nuestro sistema inmunológico – ‘nuestra defensa ante las infecciones y enfermedades’.

Los humanos no fueron creados por Dios para comer productos procesados, ni para respirar aire contaminado ni para beber el agua (conteniendo cloro) que sale del grifo, ni para llevar vidas sedentarias. Por el contrario, nuestros cuerpos fueron diseñados (como animales omnívoros que somos) para comer alimentos reales de ‘un solo ingrediente’ y provenientes tanto de animales terrestres como marinos, así como de plantas, y para beber agua proveniente del manantial de la montaña y respirar aire fresco – cuando nos oxigenamos libremente haciendo ejercicio aeróbico.

Desafortunadamente, en los últimos 100 años, con la industrialización de nuestro suministro de alimentos, nuestra dieta también ha cambiado drásticamente. Esta dieta poco saludable, altamente procesada, alta en azúcar, alta en grasas malas (tanto “transfats” como hidrogenadas) y baja en fibra, que la mayoría de nosotros comemos y bebemos hoy, ha alterado sustancialmente la calidad de nuestras bacterias intestinales.

Los alimentos que comemos no solo alimentan nuestras células grasas, sino que también determinan qué tipo de ‘jardín interior’ estamos cultivando en nuestro tracto gastrointestinal (“gut”). ¡Este jardín está lleno de bacterias cuya calidad determinan más sobre nuestra salud y nuestro bienestar emocional y mental de lo que jamás imaginamos! De hecho, tenemos 10 veces mas bacterias en nuestro cuerpo que células. Estamos hablando de tener 10 trillones de células y 100 trillones de bacterias – en todo nuestro cuerpo.

Hacer que nuestras bacterias intestinales estén saludables es una de las cosas más importantes que podemos hacer para mantenernos saludables. Si nuestro nivel de bacterias buenas (“probióticos”) en nuestro tracto gastrointestinal (“gut”) sufre una reducción sustancial, somos propensos a enfermar, ¡eso es un hecho biológico!

Es posible que no se correlacionen los problemas digestivos con alergias, artritis, enfermedades autoinmunes (síndrome del intestino irritable, acné, fatiga crónica, etc.), trastornos del estado de ánimo, autismo, demencia y cáncer, pero la ciencia ha corroborado que estas enfermedades aparentemente no relacionadas pueden ser causadas por problemas intestinales.

Por lo tanto, si queremos arreglar nuestra salud, debemos comenzar con nuestro tracto gastrointestinal (“gut”). La salud intestinal literalmente afecta a todo nuestro cuerpo, especialmente si nos enfrentamos a la ‘Disbiosis’, una condición que es un desequilibrio (reducción) en la proporción de bacterias buenas y malas en nuestro tracto gastrointestinal (“gut”)

Considere los trabajos importantes que nuestro tracto gastrointestinal (“gut”) realiza para nosotros de manera permanente, incluyendo la descomposición de los alimentos, la absorción de nutrientes, la eliminación de toxinas y la producción de nutrientes. ¡Eso es mucho trabajo! Para una función óptima (equilibrada) del sistema inmunológico, desintoxicación y nutrición, nuestro tracto gastrointestinal (“gut”) debe funcionar sin problemas.

Una flora intestinal saludable se vuelve crucial para una salud intestinal óptima. Nuestro tracto gastrointestinal (“Gut”) alberga 500 especies y tres libras de bacterias, y contribuye al peso, la enfermedad y la salud.

Un alto nivel de flora intestinal ‘mala’ (incluyendo parásitos, levaduras u hongos) o no tener suficientes bacterias buenas y amigables (‘probióticos’) en nuestro tracto gastrointestinal (“gut”)… una condición, como mencionamos anteriormente, conocida como ‘Disbiosis, puede significar serios problemas para nuestra salud, incluyendo hacer que aumente en nosotros nuestro nivel de grasa corporal – un elemento altamente nocivo para nuestro bienestar general.

Por ejemplo, en un reciente importante estudio clínico realizado en Dinamarca, los investigadores encontraron que las personas con bajas cantidades de bacterias saludables (‘probióticos’) tenían una adiposidad (nivel de grasa corporal) alta, además de padecer de resistencia a la insulina y de inflamación crónica en cantidad mucho más marcada en comparación con las personas con un tracto gastrointestinal (“gut”) más sano. También notaron que las personas obesas – con un nivel reducido de bacterias buenas (‘probióticos’) – aumentaron más de grasa corporal con el tiempo.

Las bacterias intestinales prosperan con lo que le damos de comer. Algunos científicos están hablando de trasplantes fecales (infundiendo la materia fecal de otra persona en nosotros) para perder peso. ¡Un enfoque mucho más fácil y atractivo seria alimentar a nuestras bacterias con la comida adecuada y aprender así a fertilizar nuestro propio ‘jardín interior’ (nuestro tracto gastrointestinal – “gut”) en forma más saludable!

Consumamos alimentos enteros, frescos y reales, y las bacterias intestinales buenas prosperaran. Si por el contrario, consumimos mucha ‘comida basura’, las bacterias malas florecerán, lo que podría resultar en un ‘intestino permeable’ (“leaky gut”), en una sobrecarga tóxica y en un peligroso estado de inflamación crónica.

Las hormonas reguladoras de grasa como la insulina se volverán locas, dejándonos ansiando más ‘comestibles chatarra’. La buena noticia es que nuestro ‘microbioma’ (el complejo ecosistema de bacterias que tenemos internamente en nuestro cuerpo) – cambia con cada bocado de comida que consumimos, por lo que podemos alterar positivamente la flora intestinal comenzando con nuestra próxima comida.

¿Por qué es nuestro tracto gastrointestinal (“gut”) también conocido como ‘nuestro segundo cerebro’?

Si alguna vez ha experimentado ‘tener o sentir mariposas en el estómago’, una expresión que significa que usted está ansioso y percibe un sentimiento nervioso en el estómago, posiblemente se sorprenderá al saber que el sistema nervioso entérico de nuestro tracto gastrointestinal (“gut”) actúa como ‘el segundo cerebro’ de nuestro cuerpo.

Los investigadores han descubierto que “la conexión intestino-cerebro” desempeña un papel importante en la función gastrointestinal, pero también influye en los estados de nuestras emociones y sentimientos, así como en nuestra toma de decisiones intuitivas.

Es importantísimo que entendamos que – además de nuestro cerebro- nuestro tracto gastrointestinal (“gut”) es el único otro órgano con su propio sistema nervioso – llamado “entérico”- en nuestro cuerpo.

Comprendamos que las señales de estrés producidas en el cerebro (de la cabeza) pueden alterar la función nerviosa entre el estómago y el esófago, lo que provoca acidez estomacal. En casos de estrés extremo, algunos neurólogos parecen estar de acuerdo con el hecho de que el cerebro superior parece proteger al tracto gastrointestinal (“gut”) enviando señales a los mastocitos inmunológicos en el ‘plexo solar’ (o sea en el centro de nuestra caja torácica).

Por ejemplo, nuestro intestino delgado tiene tantas neuronas como nuestra médula espinal. Nuestras células nerviosas en el tracto gastrointestinal (“gut”) producen el 95 por ciento de la Serotonina, y cada clase de neurotransmisor en nuestro cerebro también reside en nuestro tracto gastrointestinal (“gut”). La Serotonina es conocida como la “hormona feliz” que regula el sueño y la temperatura de nuestro cuerpo. También controla nuestro apetito y disminuye la sensibilidad al dolor. Es la hormona que, junto con la otra hormona Leptina, nos hace sentir satisfechos cuando comemos.

Nuestro tracto gastrointestinal (“gut”), de hecho, contiene más neurotransmisores que nuestro cerebro.

Puede usted entender, entonces, por qué el tracto gastrointestinal (“gut”) debe estar completamente en equilibrio para que nuestro cerebro también esté en equilibrio. Las alteraciones del encéfalo-cerebro se manifiestan en una amplia gama de trastornos, incluyendo los problemas digestivos funcionales e inflamatorios, asi como pueden conducirnos a la Obesidad.

Todos experimentamos sensaciones viscerales. Los japoneses ven al tracto gastrointestinal (“Gut”) como “el asiento de la mente y el alma”. Tengamos en cuenta que cuando algo se interpone en la comunicación entre el tracto gastrointestinal (“Gut”) y el cerebro, nuestra salud se ve afectada.

¿Qué desequilibra la salud de nuestro tracto gastrointestinal (“gut”) ?

Incluso en un mundo perfecto, nuestro tracto gastrointestinal (“gut”) tiene dificultades para mantener las cosas equilibradas. Pero en nuestro mundo hay muchas cosas que desequilibran nuestro sistema digestivo. Estos incluyen:

  1. Una ‘dieta basura’ o “chatarra’. Esta dieta pobre en nutrientes hace que todas las bacterias, parásitos y levaduras equivocadas crezcan fuera de proporción en nuestro tracto gastrointestinal (“gut”), lo que nos puede conducir a un ecosistema dañado o funcionalmente ineficiente.
  2. Uso excesivo de medicamentos. Tanto los anti-inflamatorios, los antibióticos, así como los fármacos bloqueadores de ácido (antiácidos e ‘inhibidores de la bomba de protones’ como ‘omeprazol’) y el uso continuo de esteroides dañan el tracto gastrointestinal (“Gut”) y pueden también bloquear la función digestiva normal.
  3. Infecciones y desequilibrios intestinales (“Disbiosis”). Estos incluyen el sobrecrecimiento de bacterias en el intestino delgado (SIBO), asi como el sobrecrecimiento de levaduras, hongos y parásitos, lo que puede colocar nuestro tracto gastrointestinal (“Gut”) en un estado de ‘Disbiosis’ – es decir, una condición donde la proporción habitual de protectoras bacterias buenas a bacterias malas (normalmente 85%: 15%) esta sustancialmente disminuido.
  4. Sobrecarga tóxica. Incluyendo el mercurio y toxinas de moho (“mold toxins”). Evite las amalgamas dentales y las vacunas que contengan Thimerosal, asi como consumir atún, jurel y crustáceos – que son criaturas marinas mas expuestas al mercurio.
  5. Un nivel inadecuado de Enzimas Digestivas. El estrés, los medicamentos que bloquean el ácido (antiácidos e inhibidores de la bomba de protones) y las deficiencias de Zinc pueden contribuir a la falta de una función enzimática digestiva adecuada.
  6. El estrés. El estrés negativo crónico altera el sistema nervioso entérico de nuestro tracto gastrointestinal (“gut”) y puede convertir a este en permeable – “leaky gut” en Ingles – y puede también reducir el nivel normal de bacterias buenas y protectoras (“probióticos”) en el tracto gastrointestinal (“gut”).

Re-equilibrando nuestro tracto gastrointestinal (“gut”)

La base de una buena salud intestinal comienza con lo que comemos. Debemos centrarnos en los vegetales y frutas ricas en fibra, en el pescado capturado en el océano (pero evitando el atún, Así como la tilapia) y en carnes de animales alimentados con yerba (“grass-fed”).

También podríamos considerar una dieta de eliminación para abordar la sensibilidad a los alimentos, pudiendo lograr esto eliminando completamente de nuestra dieta al gluten, los lácteos, los comestibles elaborados con levadura, el maíz y la soya durante dos semanas consecutivas.

Elimine también todos los comestibles procesados y reemplácelos con alimentos frescos enteros, de un solo ingrediente (aplicando este concepto a las carnes de animales, vegetales y frutas).

En BioNutrix Wellness™ – Promovemos la ESTRATEGIA de 4 Pasos de la NUTRICIÓN FUNCIONAL – proveniente de la respetada Medicina Funcional – con la intención de ayudar a nuestros amigos y pacientes a reducir la inflamación y sanar el tracto gastrointestinal (“gut”). Cuando empleamos estos 4 pasos, ellos pierden grasa corporal y ganan masa muscular, se sienten mucho mejor y sus síntomas adversos (de una posible “Disbiosis”) mejoran :

  1. REMOVER: los tipos y cantidades anormales de microrganismos intestinales (los parásitos, los patógenos bacterianos, la levadura y los antígenos alimentarios). Veamos como proceder para lograrlo. Primero, identifique y elimine los factores que pueden estar contribuyendo al desarrollo de síntomas adversos relacionados con la salud intestinal, que incluyen:

    A) Estrés: Este puede afectar su digestión y su absorción de nutrientes, especialmente si come mucho y/o demasiado rápido, o si esta ‘consumiendo chatarra’ durante diferentes momentos del día.

    B)Alimentos alergénicos: desarrolle un plan de dieta de eliminación con su médico (o profesional de la salud) para ayudar a determinar si tiene alergias alimentarias. La dieta implica eliminar alimentos potencialmente alergénicos por un período de tiempo prolongado (la duración de la fase de eliminación variará según sus necesidades y protocolo individuales – pero debe iniciarse por 2 semanas consecutivas), luego reintroducir los alimentos después de las dos semanas, una por vez, cada dos días, mientras se monitorean los síntomas. Los alimentos potencialmente alergénicos incluyen : comestibles procesados, todas las harinas, naranjas, lácteos, maíz, granos con gluten, soja, maní, alcohol, café, refrescos, azúcar refinada, chocolate, salsa de tomate y la mayoría de los otros condimentos.

    C) Patógenos: el crecimiento excesivo de bacterias y levaduras, virus, hongos, parásitos y otras sustancias tóxicas son contribuyentes comunes a los síntomas adversos relacionados con el tracto gastrointestinal (“gut”). Una variedad de pruebas, medicamentos y remedios dietéticos y caseros están disponibles a través de su médico o un médico de medicina funcional para identificar y eliminar los patógenos.

  2. REEMPLAZAR: las muy necesarias enzimas digestivas (DygenzymexTM), fibra y prebióticos (Gut Better !!TM) que pueden faltar en nuestro tracto gastrointestinal (“our gut”).

  3. RE-INOCULAR: el tracto gastrointestinal (“gut”) con bacterias buenas (DigestiveHero PROBIOTICS TM), o sea, con Probióticos.

    Durante seis a doce semanas, vuelva a inocular su tracto gastrointestinal (“gut”) diariamente con un Suplemento potente de bacterias buenas (Probióticos) de múltiples cepas – para ayudar a recuperar un equilibrio saludable de la microflora. La microflora intestinal son microorganismos que viven en nuestro intestino y son útiles para ayudar a la digestión y la absorción de nutrientes. Esto se puede lograr con una variedad de alimentos y suplementos:

    Probióticos: los probióticos son bacterias vivas que ayudan al proceso digestivo y mantienen la salud intestinal y la función intestinal fuertes, como encontraruestro PROBIÓTICOS DigestiveHero TM

    Alimentos fermentados: estos alimentos incluyen kéfir, yogurt, sauerkraut, kimchi, miso y kombucha. También puedes hacer tus propios alimentos fermentados.

    Prebióticos (Gut Better!): Estos son componentes vegetales no digeribles que nutren la microflora del cuerpo. Incluyen:

    Oligosacáridos y Fructo-OligoSacáridos (FOS): tipos de carbohidratos que se encuentran en algunas frutas y verduras, incluyendo: cebollas, espárragos, plátanos, ajo y alcachofas, etc.

    Fibra soluble: fibra que se disuelve fácilmente en agua; se encuentra en fuentes como la avena, frijoles, manzanas, peras, fresas, nueces, semillas de lino, psyllium, pepinos y apio

    Gut Better !!– Nuestro complejo de prebióticos + probióticos para ayudar a la digestión nutricional y la regularidad intestinal.

  4. REPARAR:: el revestimiento intestinal con ácidos grasos omega 3 (especialmente con Aceite de Krill), Glutamina (que es el aminoácido más abundante en nuestro cuerpo y está involucrado en el mantenimiento de la función adecuada del sistema inmunológico y la salud muscular; esto lo encontramos en Whey Isolate 3x BioActive TM) y otros nutrientes beneficiosos seleccionados que se encuentran en nuestra línea de formulaciones funcionales BioNutrix Wellness TM.

    Dependiendo de nuestra condición de salud, puede llevar hasta seis meses reparar completamente nuestro tracto gastrointestinal (“gut”). Trabaje primero con su médico (o profesional de la salud) para determinar el mejor enfoque, especialmente si está considerando utilizar nuevos suplementos nutricionales. Si necesita apoyo adicional, los médicos que practican Medicina Funcional (y Nutrición Funcional) están familiarizados con este programa.

©2020, Augusto Agostini-Chapel, Ph.D. para BioNutrix Wellness Corporation

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Estos son nuestros Suplementos Nutricionales que apoyan tanto la salud
gastrointestinal (“Gut Health”) como la función del sistema inmunológico:

* PRPs Immune Balanz * DigestiveHeroPROBIOTICS
* Gut Better !! (Fórmula Prebiótica)
* Dygenzymex
* RoyalColostrum
* Aceite de Krill
* Integrum
* Respiratoryx
* CogniWellBrain (especialmente para personas mayores)
* RENALIS (para apoyar la salud renal)

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